Pelotón contento en San Luis

210 km nos separan de la salida de la tercera etapa en Buena Esperanza. Hoy tocan 163 kilómetros llanos. A Pablo Lastras le hace mucha gracia cuando digo que es del tipo de etapa soporífera para seguir en coche…qué poca vergüenza tengo. Pero no hay quejas. Ni de los 210 de ida ni de los 90 de vuelta ni de los 163 km en recta infinita. Los ánimos siguen igual. Ayer ya quedó claro quiénes son los favoritos para la general y eso que hubo susto cuando se formó la escapada de 19 corredores que alcanzaron en los 16 primeros kilómetros una distancia de 8 minutos respecto al pelotón.  Pero aún quedaba mucho y los ataques de unos y de otros fue una constante durante toda la etapa. Ganó Serpa y el maillot naranja se mantiene en casa tal y como manifestaba en deseo Gianni Savio en el traslado de la segunda etapa hasta el hotel dando en el hombro a Roberto Ferrari haciendo las de copiloto, «esperemos mañana mantener el liderato cambiando Ferrari por Serpa, eh?». Bueno pues hoy, segunda victoria para Roberto Ferrari, tercera consecutiva para el Androni que ya hace tres de tres y continua líder de la carrera. Inmejorable manera de empezar el año.

Por cierto que ansia tienen los corredores de brindar a los nuevos patrocinadores presencia y por qué no una victoria. El buen tiempo y el ambiente que se respira en San Luis es un buen aliciente para empezar la temporada con toda la motivación. Aún no se ven ojos en blanco mientras se hace memoria de todo el calendario que viene por delante; no es tema tabú hablar sobre las clásicas o las grandes vueltas. Aún no hay desgaste psicológico, sí mucho entusiasmo.

Lo mismo para el resto. Tengo que mencionar a mis compañeros de prensa con los que también se pasan buenos momentos. Con el gremio italiano formado por el fotógrafo Roberto Bettini, al que ya tenía ganas de conocer, y Claudio Ghisalberti de la Gazzeta dello Sport, más Gianni Bugno y parte del equipo de Iván Basso, pasamos los ratos más disparatados. Con Kirsten, de Cycling News mantenemos buenas conversaciones practicando nuestro inglés y español y hablando sobre cómo el destino de la vida ha hecho que terminemos un enero de 2011 trabajando en el Tour de San Luis por mencionar una. La representación española viene también de la mano de Unai, de Biciciclismo, al que tengo frito en cada meta tras el podio preguntándole por las clasificaciones y declaraciones. El cruce de palabras más común entre todos nosotros es «¿tienes conexión a internet?». Y a medida que pasan los días nos vamos encontrando cada vez más periodistas en el hotel de al lado como aves carroñeras en busca de internet.

Como cada carrera, ésta también tiene sus imprevisos y pone a prueba de fuego el no uso del pinganillo. Ayer un tramo de la carretera estaba en proceso de asfaltado, con éste  todavía fresco y la máquina aparcada a mano izquierda. Situación salvada. De pronto un motorista de la televisión filma de cara al pelotón. Se le da la orden de darse la vuelta y lo hace en marcha. Pequeño infarto para los íbamos en el coche. En la primera etapa el pelotón estuvo sin policía tras la escapada de Rosendo y Lucero. Cinco kilómetros más adelante se incopora una moto de policía cargando 3 kilos de hielo que habían ido a comprar a la gasolinera. Brillante. Lo cierto es que se producen situaciones, siempre controladas, pero realmente cómicas. Esto es Argentina y sumado a todo lo mencionado estos días, es lo que hace que esta carrera sean tan especial para todos.